Brotes
Todo crece, la primavera empieza a dar sus primeras señales de vida. Estoy hecha una soñadora ama de casa, preparando el nido para la llegada de mi bebe Luca. Empieza a agarrar la ansiedad de tenerlo en mis brazos y se cruzan los miedos e incertidumbres de mi nuevo papel como madre. A veces pienso que pocas personas se dan cuenta de lo maravilloso que es el cuerpo humano, lo mágico y misterioso de todo el proceso. Estoy transitando la semana 36 y todavía no caigo en la idea de tener un ser humano creciendo en la panza. Por momentos me olvido y las patadas te hacen caer en la realidad...sí, tenés a alguien prácticando y aprendiendo sus movimientos en tu cuerpo.
Me despierto con energía para limpiar toda la casa y por la tarde el peso de la panza me pasa la factura. Mientras tanto, el cuerpo se prepará solito para la llegada y sin darme cuenta a las 9 de la noche estoy destruida (directo a la cama).
Voy al médico para los chequeos matutinos, observan el progreso y tratan de predecir cuando nacerá, sabiendo que sólo el 5% de los bebes nacen en la fecha prevista por el ultrasonido. Sólo queda esperar y no apresurar las cosas. Dejaré fluir, de la misma manera que el cuerpo durante 9 meses cocina un pequeño ser humano dentro mío.
Mientras tanto las flores en el jardín saludan al sol.
P.D: En la primera foto verán mis plantitas de tomate, la cáscara de huevo ayuda a darle calcio.
que lindo Ann falta tan poquito, un beso grande y a descansar más :)
ReplyDeleteya casi :)
ReplyDeleteQue fotos mas bonitas!! Que poquito te falta!!!
ReplyDeleteMuchos besos!
Nika
Que hermoso lo que decís, imagino la emoción y la ansiedad por ver la carita de ese nuevo ser!
ReplyDeleteAbrazos!
Uf, debes estar impaciente, ¡hasta lo estoy yo! El cuerpo es muy sabio y llegará cuando esté todo listo ;)
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